Fuente: Emol
Daniel Fernández, presidente del gremio, aseguró que el comportamiento de las navieras “es revisado en todo el mundo” y que el sector sigue enfrentando problemas asociados a la irrupción del covid-19.
Un llamado a revisar la competitividad en la industria naviera local fue el que hizo este jueves el ministro de Economía, Nicolás Grau, en medio de un webinar organizado por la Cámara Nacional de Comercio (CNC), que tuvo como foco analizar el aumento de costos que ha mostrado el transporte marítimo, lo que finalmente se ha traspasado a las empresas, e inevitablemente, a precios finales.
“Creo que también hay que estudiar acá el funcionamiento de los mercados locales”, dijo el secretario de Estado, añadiendo qu es “muy importante que instituciones como la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y otras, estén muy atentas respecto a ciertos comportamientos que es importante estar siempre estudiando. Acá las relaciones en el mundo del transporte marítimo son relaciones que, por cuestiones estructurales, pueden ser muy desiguales puede haber poder de mercado en ese tipo de relaciones”. A esos dicho se refirió Daniel Fernández, presidente de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (Camport), quien en primera instancia explicó que el incremento de los costos de los fletes marítimos a nivel mundial “se explica por una lógica de oferta y demanda”. “Por una parte, la oferta estaba muy limitada por efectos del covid-19 y luego se produjo una sobre demanda en un plazo extremadamente breve. Esto hizo que los precios subieran. El problema que originó la crisis, la pandemia, aún subsiste y hoy se ha visto agravado por la guerra en Ucrania”, acotó. Tras ello, el presidente de Camport aseguró que “no hay problemas de competencia, las navieras tienen mucha conciencia de las regulaciones de competencia y su comportamiento es revisado en todo el mundo”. Y afirmó que “las regulaciones de la industria naviera a nivel mundial son las mismas que hace cuatro años, el único hecho nuevo ha sido la pandemia”.
“Si comparamos con diez años atrás, hoy hay menos líneas navieras operando a nivel mundial, producto de fusiones y adquisiciones, que permitieron en su momento economías de escala y bajos precios. Si esta situación de shock de demanda ante una oferta limitada se mantuviera en el tiempo -esperamos que no-, aparecerían nuevos actores para cubrir la falta de oferta, pero estos ajustes son lentos y suceden cuando los agentes económicos proyectan contextos de estabilidad, lo que no sucede en este caso”, explicó.
En ese sentido, hizo un llamado a “trabajar para hacer más eficientes las cadenas logísticas en Chile, buscando soluciones a los problemas existentes de manera de entregar holguras al sistema. Este es un trabajo que requiere identificar situaciones de estrés y aplicar soluciones consensuadas entre los involucrados”. Como ejemplo, mencionó que “es urgente resolver los problemas de seguridad que han planteado los transportistas de modo que vuelvan a trabajar en el tercer turno a la brevedad posible”.
“También es necesario mejorar la logística terrestre y la coordinación entre todos los actores, como lo están haciendo los exportadores de fruta que ya se están preparando para la próxima temporada, disminuir los cierres de puerto y mejorar la eficiencia de los servicios públicos, que debieran operar 24/7, además de destinar lo recaudado por la tarifa de uso portuario que se cobra a las navieras para obras de abrigo y amortiguar con ello los efectos del cambio climático (marejadas) de modo de mantener los puertos operativos ante condiciones adversas”, concluyó.
